jueves, 4 de junio de 2009

Vida [editar]
María es mencionada por su nombre por primera vez al escribirse el evangelio más antiguo, el
evangelio según san Marcos, pero de forma tangencial.[3] En el evangelio según san Mateo se la menciona con motivo de la narración de la concepción milagrosa de Jesús y de su nacimiento y huida a Egipto. Aquí el evangelista menciona que es María aquella de quien habló el profeta Isaías al decir: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo a quien pondrán el nombre de Emanuel, que traducido significa: "Dios con nosotros".[4] El evangelio según san Lucas es el que más datos da sobre María, al desarrollar con más detalle los temas de la infancia de Jesús, algunos de los cuales se amplían más abajo: la Anunciación, la Visita a Isabel, el Nacimiento de Jesús, la Presentación de Jesús en el Templo (aquí el anciano Simeón le profetiza: a ti misma una espada te atravesará el corazón,[5] aludiendo al dolor de María durante la Pasión de su Hijo) y la pérdida de Jesús y su hallazgo en el templo. También es san Lucas quien dice que María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón.[6] En el evangelio según san Juan, Jesús hace su primer milagro a pedido de ella, en Caná. Y en la cruz, la entrega como madre a san Juan mismo, y san Juan es entregado a María como hijo. Muchos teólogos han destacado, a raíz del milagro de Caná, la eficacia de la intercesión de María ante su Hijo, y en la entrega al pie de la cruz, la proclamación simbólica de María como Madre de la Iglesia, es decir, de todos los cristianos, figurados en la persona de Juan. También se le menciona en los Hechos de los Apóstoles[7] como miembro destacado de la comunidad cristiana primitiva.

Padres y familia [editar]
Sobre sus padres, la Iglesia Católica ha tomado los nombres de
Joaquín y Ana como los de sus progenitores, pero no se sabe a ciencia cierta sus nombres verdaderos, los que existen son tomados del Protoevangelio de Santiago, uno de los evangelios apócrifos más famosos y tomado como referencia para muchos datos piadosos sobre la vida de la Virgen María.
No se tiene seguridad de si María tuvo hermanas, aunque la duda subsiste por ciertos datos del evangelio de San Juan y San Mateo quienes mencionan a una "hermana de su madre" quien sería María de Cleofás;
Hegesipo menciona a esta María como esposa del hermano de José y por tanto cuñada de María pero no elimina la posibilidad de ser su hermana.
En el Nuevo Testamento, aunque en algunos pasajes se habla de hermanos de Jesús sólo dice que María es la madre de Jesús. La
Iglesia católica, las Iglesias Ortodoxas y la Comunidad anglicana, basadas en el uso del lenguaje hebreo de aquella época y en la tradición eclesial, interpretan este término como parientes, y declara que María permaneció siempre virgen. La mayoría de las confesiones protestantes (con excepciones como los luteranos), por su parte, dicen que María, después de la concepción virginal, tuvo otros hijos.
Los que afirman que María tuvo otros hijos, basan su argumentación en la interpretación literal de los textos bíblicos en los que se habla expresamente de hermanos de Jesús. En el
idioma arameo así también en el hebreo no existe un término para indicar primo o un familiar cercano. Los Setentas, al traducir la Biblia hebraica al griego, cada vez que encuentran el término hermano, usan el término adelfos para indicar parientes incluso no muy cercanos. En el griego Koiné, griego coloquial de la época en que fueron escritos los Evangelios, si bien existía el término anepsios para indicar primos, no implica que su uso estuviera generalizado entre los hebreos.

Matrimonio de María [editar]
Los evangelios hacen aparecer a María cuando narran la concepción de Jesús. Según lo que narran se puede ver que María en ese momento era prometida de
José de Nazaret, quien era carpintero. Los relatos evangélicos se inician después de los desposorios de María con San José. El evangelio según san Lucas dedica dos capítulos a la concepción e infancia de Jesús. Es en Lucas también donde es llamada "muy favorecida", "bendita entre todas las mujeres", "madre del Señor". El apelativo "muy favorecida", frecuente en las traducciones prostestantes, se traduce en las biblias católicas en general como "llena de gracia" (siguiendo el "gratia plena" de la Vulgata). La Biblia de Jerusalén apunta en la glosa del evangelio según san Lucas 1,28 que este saludo en forma literal significa: "tú que has estado y sigues estando llena del favor divino".
Según la tradición judía de aquel momento, los jóvenes varones se desposaban entre los dieciocho y veinticuatro años, mientras que las jóvenes mujeres a partir de los doce años eran consideradas doncellas (na'arah) a partir de esa edad podían desposarse. El matrimonio judío tenía dos momentos, desposorio y matrimonio propiamente dicho: el primero era celebrado en la casa de la novia y traía consigo acuerdos y obligaciones, aunque la vida en común era preciso. Si la novia no había estado casada antes se esperaba un año después del desposorio para llegar a la segunda parte, el matrimonio propiamente dicho, donde el novio llevaba solemnemente a la novia desde la casa de sus padres a la de él.

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